En este día especial, la comunidad se reúne para compartir la experiencia de la imposición de ceniza, fortaleciendo los lazos de solidaridad y fe. Es un tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones, buscar la reconciliación con Dios y los demás, y renovar nuestro compromiso con una vida de amor y servicio. La oración juega un papel fundamental, permitiéndonos conectar con lo divino y encontrar consuelo en medio de las dificultades.
